Lucifer siempre ardiente Guillermo Camarelles Diana
Faura (Valencia) España
Agosto 2020
Lucifer siempre
me rondas y susurras locuras, desde tu hondura ardiente te llevo montado en mis
hombros y no te dejo entrar ni por la cabeza ni por los pies. Tu Padre me dice
cositas me da bondades y protege y cuida, que no sea tú amigo y que no me hunda
en tu negrura.
Para toda la
Eternidad él te desterró de la casa del Cielo y te regalo el Infierno, te hizo
príncipe de las Tinieblas, carcelero y torturador verdugo. Castigar el caos es
tu mejor oficio, tu disfrute es el meter el miedo y cobrarte las desviadas
almas de reyes y plebeyos, el poder del eterno fuego te lo dio Dios y no tener
piedad de las aberraciones y miserias de los humanos es tu mayor placer.
Cabreado apareces
endiablado con cuernos, envuelto en la llama del Infierno, te gusta castigar la
avaricia, egoísmo y maldad, de noche humeante llegas con sonidos de voces y
músicas chirriantes que invitan arrepentimiento y llorar, con la muerte nos
acechas, nos tientas y nos pierdes.
Amigo Lucifer,
como agua que corre hasta llegar al mar, así es la vida de los mortales, da
igual como corra por ríos pequeños, riachuelos o ríos grandes al llegar al mar
todas son iguales y entre nieblas que se evaporan, humos y fuego te llevas el
alma del agonizante cadáver.
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