Poesía: Mi hondureña Jenny, autor Guillermo Camarelles Diana,

                                                                 Mi hondureña “Jenny”

Guillermo Camarelles Diana

Faura (Valencia) España

Noviembre 2020

 Mi Reina y señora tu amor me inflama y destina alcanzar la otra orilla, la vela de mi velero llama al viento y tus girasoles me indican el camino en el horizonte, hoy mi estimada Jenny con mi pluma caprichosa te escribiré cuatro reglones, con notas adornadas de fantasías y esperanzas e ilusiones,

cuando hay amor el corazón fluye ambicioso, entre los altos montes y altas olas, el Mar, el Sol y la Luna, siempre testigos y cómplices de nuestra amorosa sintonía, y con la luz de mi embriaguez de ese amorosa y cálida amistad que te declaro, la reina de mi amor y pensamientos.

Con este amor hechicero encantador que pintas mis ilusiones, testigos es la savia edad, que crece como la marea y aprovecha la corrida experiencia que rebrota, para aumenta el buen amor que renace de los nuevos amores, siempre con mariposas y corazones en el aire,

como buen marinero quiero llegar pronto a tu orilla y empezar a vivir ese amor intenso de canas viejas, con amor a la luz de la Luna, tú sostienes mi esperanza y mi corazón se regocija con todos tus encantos y virtudes de hembra de pies a cabeza.

Tú siempre estás ahí y me llevas cada día a las delicias de mi vida, sin velos a flor de piel entre las nubes, en el centro de tú paraíso, ¡¡con fuego y pasiones que nunca se apagan !!Tu amor ¡ tierno amor con cariño y amistad, que rebelas con tu mirada e invade mi universo, donde juntos descubrimos luminosas galaxias y estrellas,  por ese amor complazco la suerte y agradezco al destino.

 Está noche mi incondicional Jenny mi reina y amiga suspiros de amor de dos en dos al aire se irán al lado tuyo a descansar, y con ilusión ser blanco de todas tus flechas que, al viento de la noche, perfumadas con cariño de mujer enamorada vendrán, te extraño y muero de ganas por tenerte cerca en la distancia. ¡¡Abrázame!! de frente y detente desbocada, acaríciame y estrujarme como a tú amada almohada ¡¡Despluma-me!